sábado, 22 de marzo de 2014

Gastronomía, disfrute e innovación


Despedimos la temporada de invierno, época de encuentros gastronómicos, para destacar los talentos y descubrimientos culinarios que se han presentado en Madrid Fusión 2014 y Salón de Goumets de esta vigésimo tercera edición, en la capital.  
 
Además de los talentos televisivos que gracias a los reality gastronómicos se han descubierto, el relevo entre ciudades por ser la ciudad de la Gastronomía del año, -en 2013 fue Burgos, ahora la anfitriona es Vitoria- las estrellas Michelin tan agradecidas con la cocina española, y los 35 años de la Guía Repsol, que se dicen pronto, no es de extrañar que cualquier cita gastronómica en nuestro país sea catalogada de internacional.

De Madrid Fusión resaltamos las Gamas Natural de tierra y el vino que procede del mar. Sí han leído bien. Langostinos que se crían en Castilla y León, para evitar al consumidor final, sustancias nocivas procedentes de los contaminantes que cada año inundan los océanos y sus mares. Un marisco de tierra, con un exquisito sabor a mar, gracias a las cuidadas aguas de los criaderos vallisoletanos, con técnicas que proceden del norte de Europa. Dicho así, resulta un poco surrealista. Un alimento que debería proceder del mar, se cría en tierra, y un caldo que normalmente reposa en tierra, lo hace en el mar. Parece que hayamos rozado en la Gastronomía el mundo al revés. Pero es cierto. Vina Maris, ha utilizado la técnica, de esos vinos que tras años de olvido en navíos hundidos, tienen un valor incalculable en el mercado, al comprobar tras ser abiertos mantienen todas sus cualidades. Estos vinos alicantinos, reposan a 30 metros de profundidad del Mediterráneo, un mar que aporta un punto de salinidad, un especial buqué mineral, que se traslada suave al paladar, y lo distingue de los demás vinos reposados en tierra.

Justo en el año que se cumplen los 400 años de relaciones entre España y Japón, el país gastronómico invitado en ambas Ferias Gastronómicas, no podía ser otro que el amigo nipones. Gracias a estos encuentros hemos conocido, los dos tipos de ajo negro que se consume en su cocina. Tanto para acompañar los platos, por su sabor más perfumado, e intenso dodne percibe el famoso quinto sabor “umami”. Y por otro lado, el ajo negro fermentado, utilizado como producto de herboristería para la salud diaria, con un sabor más suave, al que se le acreditan beneficios medicinales “un diente de ajo, cada día, para vivir cien años”.  

En Salón de Gourmets, uno de los muchos talentos españoles que participó en la cocina fusión española japonesa fue, Oriol Castro, que gracias a su cuidada exhibición culinaria nos mostró como hacer unos deliciosos calçots al estilo japonés. O como los vinos de la Bodega Vintae y los embutidos Eresma combinan como si hubiesen estado predestinados a encontrarte. O como una galleta oreo, es convertida en “Galleta Oleo”, hecha con pasta deshidratada de aceituna negra y mousse de queso, por las manos del Cher Álvaro Martín Pastor. O como se fusiona la tradición con la demanda gastronómica actual, gracias a los nachos de morcilla o la cerveza de Burgos en homenaje a los descubrimientos de Atapuerca.

La gastronomía es uno de los placeres de la vida, y como tal, les animamos a que disfrutan saludablemente de ella. Asi que si alguna vez les ofrecen una Cookie de morcilla, o una cerveza realizada con aguas de Noruega o Finlandia, les aconsejo que degusten y disfruten. Bon appetit!

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