Anoche se estrenó en el madrileño Teatro Infanta Isabel "El Buscón" de Francisco de Quevedo en versión de Daniel Pérez e interpretado por un magnífico Jacobo Dicenta, quien da vida a Pablos, el protagonista de este clásico de la picaresca española. Y aunque suene a frase hecha, el estreno fue apoteósico. Con una platea completamente llena, el actor defendió con gran acierto un texto que a pesar de su antigüedad sigue estando vigente.
Cabe recordar que "El Buscón" originalmente es una novela, y su transformación a la escena se ha hecho de la forma más simple posible: sobre las tablas tan sólo hay una cortina negra. Y es más que suficiente. Dicenta es un animal escénico y no necesita de artificios ni escenografías. Cierto es que en algún momento perdió el hilo del texto, algo que podemos achacar a que era la primera representación, aún así consiguió meterse con total naturalidad en el papel del protagonista y transmitir con facilidad la difícil tarea de recitar un texto del s. XVII consiguiendo la inmersión absoluta del público. Asimismo, debemos realizar una mención especial a Dulcinea Juárez quien en todo momento acompaña al actor con laúd y guitarra renacentista. Totalmente recomendable.
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